Cada vez son más los países en Europa y parte de Estados Unidos que han decidido legalizar y regular el uso de la marihuana con fines medicinales, ya que se ha comprobado que los componentes cannabinoides del extracto (que se obtiene principalmente de sus flores) ofrece múltiples beneficios para la salud.
Dos formas de obtener sus beneficios
El cannabis medicinal se utiliza con fines terapéuticos bajo dos formas principales, a través de su extracto conteniendo el cannabinoide THC (Tetrahidrocannabinol), que es el componente psicoactivo presente en la planta del cannabis, o sin él, con el fin de beneficiarse de su contenido en ácidos grasos esenciales.
Principales efectos beneficiosos del cannabis medicinal
Se ha demostrado ampliamente que la marihuana medicinal produce efectos beneficiosos en el tratamiento de enfermedades de diversa índole, especialmente en el tratamiento del dolor intenso que acompaña a ciertas enfermedades, trastornos oculares o síntomas como convulsiones, entre otros.
Uno de los principales efectos beneficiosos del aceite de cannabis es el tratamiento de las convulsiones frecuentes en casos como la epilepsia o el síndrome de Tourette. El THC actúa inhibiendo las señales del cerebro que provocan estas convulsiones. Por ello, muchos pacientes de epilepsia, incluyendo niños, consumen unas gotas diarias por vía oral como tratamiento.
Al mismo tiempo, la marihuana medicinal es eficaz para aliviar dolores de tipo intenso, como los que sufren los pacientes oncológicos. Además, reduce las náuseas y vómitos que sufren los pacientes con cáncer durante el tratamiento con quimioterapia.
En cuanto al cerebro, se ha demostrado que el consumo de marihuana medicinal podría retrasar la aparición del Alzheimer, bloqueando una enzima responsable del desarrollo de la enfermedad. Al mismo tiempo, reduce las molestias y dolores causados por otros trastornos neurológicos como la enfermedad de Lyme.
En oftalmología, el uso del cannabis con fines medicinales está también muy extendido, para el tratamiento del glaucoma. Es una de las enfermedades donde más aplicación tiene su consumo.
Debido a que la marihuana aumenta el apetito, es además beneficiosa para aquellos pacientes que debido a su enfermedad sufren de pérdidas drásticas de peso. Por ello es eficaz para que enfermos de VIH o cáncer recuperen su apetito.
En cuanto a sus efectos como tratamiento de problemas a nivel psicológico, estudios recientes han demostrado que el consumo de cannabis medicinal aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, lo cual sería beneficioso en el tratamiento de la depresión, ansiedad o déficit de atención.
En definitiva, el consumo con fines medicinales de la planta de cannabis puede ofrecernos múltiples beneficios para nuestra salud, y dar solución y alivio a problemas causados por enfermedades graves como el cáncer, la epilepsia o el VIH. Los cannabinoides que contiene su extracto, ayudarán a mejorar la calidad de vida del paciente, aliviando dolores y molestias.